Una amante siempre es una alternativa
sexual para un hombre casado con necesidades sexuales y con muchas
noches sexuales reprimidas que necesitan por todos los medios hacer
de sus noches o de sus dúas, de sus tardes, de sus fines de semana
algo más entretenido ya que en la cama de la pareja y con su pareja
no consiguen ninguna diversión y menos consiguen un placer sexual,
porque las amantes saben que para tener feliz a su hombre o al hombre
de otra mujer deben darle sexo del bueno, de ese mismo sexo que hace
que los hombres casados se sientan más que seducidos por una mujer
amante y no tanto por la esposa.
Sin embargo algo que no es recomendable
hacer para un hombre casado es convertir a la amante en la esposa o
en la señora de su hogar, ya al hacer un hombre esto convertiría
esa relación sexual en una aburrida completamente por que la amante
ya no se esforzaría por hacer el amor con el hombre si no que más
bien tomaría el mismo papel y rol de una esposa o sea de la esposa
anterior que tenía ese mismo hombre.
Para que el placer sexual perdure por
siempre entre una amante y un hombre infiel este debe cambiar a la
amante al menos cada vez al año, para que la cuestión no se vuelva
una relación sentimental ni nada, además que ya en un año se ha
ido la pasión y es suficiente para irse a buscar a otra amante que
le dé lo mismo y hasta más al hombre infiel.
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